En el aprendizaje de un idioma, es fundamental entender las distinciones entre ciertos conceptos que pueden parecer similares, pero que tienen usos y aplicaciones muy distintas. Dos de estos conceptos clave son “explicar” y “describir”. Aunque ambas palabras se utilizan para transmitir información, lo hacen de maneras muy distintas.
Explicar significa dar razones o causas de algo. Cuando explicamos, intentamos hacer que alguien entienda el por qué o el cómo de algo. Por ejemplo, si alguien te pregunta por qué el cielo es azul, tú le explicarías que esto se debe a la dispersión de la luz solar en la atmósfera. Es decir, proporcionarías una razón científica para el fenómeno.
Por otro lado, describir se refiere a dar detalles sobre algo sin necesariamente proporcionar una razón o causa. Cuando describimos, nos limitamos a ofrecer información sobre cómo es algo o cómo sucede. Siguiendo con el ejemplo del cielo, si alguien te pide que describas el cielo, podrías decir que es azul durante el día y oscuro por la noche. No estás proporcionando una explicación, sino simplemente dando detalles.
Comprender estas dos diferencias puede ser muy útil para los estudiantes de español, ya que les permitirá comunicar sus ideas de una manera más clara y precisa. Aquí te dejo algunos ejemplos para ilustrar mejor estas dos acciones.
Ejemplo 1:
Imagínate que alguien te pregunta cómo funciona un reloj. Para responder esta pregunta, necesitarías explicar los mecanismos internos del reloj, cómo la energía se transfiere desde la batería o el resorte hasta las manecillas, etc. Estás proporcionando una explicación detallada que permite entender el funcionamiento.
Ejemplo 2:
Si alguien te pide que describas un reloj, puedes decir que es redondo, con una correa negra, números blancos y manecillas plateadas. En este caso, no estás explicando cómo funciona, sino proporcionando una imagen mental de cómo es el reloj.
La habilidad de explicar es especialmente importante en contextos académicos o profesionales, donde se requiere una comprensión profunda y detallada de los temas. Por ejemplo, un científico necesita explicar sus hallazgos de manera clara y precisa para que otros puedan entenderlos y validarlos. En cambio, la descripción es más común en contextos cotidianos, como cuando estás describiendo un lugar, una persona o un objeto.
Es importante notar que ambas acciones son complementarias y frecuentemente se utilizan juntas. Por ejemplo, puedes empezar describiendo un fenómeno y luego proporcionar una explicación de por qué sucede. Esto es muy común en la enseñanza y en la escritura académica.
Además, la capacidad de describir es fundamental para los escritores y los oradores. Una buena descripción puede hacer que una historia sea más vívida e interesante. Por ejemplo, en la literatura, los autores describen los escenarios y los personajes para que los lectores puedan imaginar claramente lo que están leyendo.
En resumen, explicar y describir son dos habilidades distintas pero complementarias que todos los estudiantes de español deberían aprender y practicar. Mientras que explicar se enfoca en proporcionar razones y causas, describir se concentra en ofrecer detalles y características. Ambas habilidades son esenciales para una comunicación eficaz y completa.
